El Regreso 

El sol sale para alumbrar el camino de tu felicidad,
para que regreses, sin desfallecimiento y con buen estar.
No sé como haré cuando te vea esplendorosa y bella,
si te abrazaré contra mi cuerpo, o saldré huyendo.
Vivo en un sueño desde que te conocí en su momento.

Solo los vientos pueden hacerte cambiar.
Quiero que regreses con premura a mi vida,
aún sabiendo que fui inconstante y débil
para mantener una relación de puro amor.
No quiero perderte, ni llorar con amargura siempre.

Sin saber por qué, me vino el recuerdo de esas tardes,
pasadas en la intimidad de nuestro nido de amor.
Esas, que nos prometíamos amor a perpetuidad
y que nunca pensamos que se pudieran acabar.
Hoy, te echo de menos y quiero volverte a amar.

Cuando me siento triste, desvario sin más,
porque la angustia de no verte me mata.
Fui infiel a las flores, a las promesas y al amor.
No merezco más recompensa que el maldito odio.
Nos amamos tanto, que se hizo corta la noche y el día.

Quiero a través de mis abrazos,
robarte entera tu alma del pasado.
Tengo una herida sangrante que duele,
más que la maldita aversión al pecado.
No quiero pensar en el próximo fracaso.

Ahora que regresas todo es distinto,
quiero mirar tu cuerpo de frente,
porque así es diferente y caigo rendido.
Necesito que me ayudes a olvidar rapidito,
para eso quiero yo, que me lo des bendecido.

Me fui hacia mis confines,
con un lamento arrastrado.
Me escondí entre las rocas,
por tener miedo al pasado.
Empecé a huir del trueno malvado.

Te daré vueltas en la góndola del amor,
afianzando el cariño y la nueva ilusión.
Todo lo que pienso no son sueños,
son deseos de amarte y de sentir tu cariño.
Tengo ganas de darte amor y de luchar por ello.