Estación donde se paran las savias y se desabrigan los árboles, quedando los nidos al descubierto y abandonados. ¡Qué triste tiempo, de nieblas y orvallo!. Mi afecto te quiero demostrar, al desabrochar mi corazón y exponerlo solo para ti. Quiero que seas tú, quien recoja mis deseos y agrande la ilusión de nuestro mejor existir. Busco que hablen nuestros sentimientos, en las gélidas navidades del Nacimiento. Ocuparás una cuna vieja en mi corazón, para que en ella se acune nuestro gran amor, al igual que hizo nuestro Niño Dios. Me cuesta ver, la esencia de tu sentimiento. Veo, pero no distingo la sustancia de tu cariño. Doy los pasos necesarios, para amarte sin desmayo. Quiero que vivas un bonito despertar, entre mis brazos. En lo proceloso de mi habitar, siento el almíbar de tus besos.
Felicitaciones Sr. Aquilino, es un poema muy hermoso.
Me gustaMe gusta