Zigzagueando voy corriendo para no dejarme alcanzar. No quiero consumir drogas, porque me persigue la cárcel, el hospital y el más allá.
Qué pena da, sufrir la desgracia de un familiar… Un amigo… ¡Todos en general! Verlos tirados encima de los líquenes, como colchón bueno para descansar.
Te gritan los sentimientos, de todos que te quieren de verdad. No escuchas lo que te dicen. ¡Te avisan del mal! A ti, te da igual.
Te refugias en tu aislamiento, andas vagando de aquí para allá, no prosperas en tu recuperación, no tienes vuelta atrás. Tienes aspecto de acabar fatal.
La soledad que tú has elegido, la empleas para hacerte perjuicio, no te dejas ayudar para florecer. Tu ánimo se marchita, por la oscuridad del querer.
Nada se puede hacer cuando no te dejas ayudar. Todo lo vives mal, sufres espasmos por la droga y tu mala decisión.
Dedicado a un amigo que se fue, porque él lo había decidido así.