Qué tristeza tengo

Solamente yo sé,
que mi mente se retuerce
como la soga del ahorcado,
en un árbol imaginario.

Tengo la sensación,
de que esta vida ha acabado.
Que no voy a ver de nuevo el amanecer,
con sus colores variados.

Solo pienso en San Pedro,
que me estará esperando.
Me pondrá el suelo resbaladizo,
para que entre sin notarlo.

Abusé del amor y del sexo,
en ese terrenal emplazamiento,
donde los placeres parecen lo que no son
y las penas, alegrías del momento.

Si yo tuviese mil corazones,
los repartiría en cajas de amor,
para todas aquellas mujeres,
que las quieran y las guarden con cariño.

Prometí lo que no di,
porque no era el momento.
Hoy podría ser y ya no lo recuerdo.
Qué pena tengo, por mi mala conciencia.

A solateras me quedo por propia decisión.
No hay mujer que me quiera, 
porque no me lo merezco,
seguramente… Por mi confusión.

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