Nunca debió suceder
Hoy estoy amargado y contrariado,
porque las prisas me traicionaron
al haber pinchado «no guardar»,
el escrito que había realizado.
No pienses que lo puedo repetir,
pues mi mente se quedó en blanco.
Eso pasa por improvisar lo narrado
y no poder restablecer lo contado.
No tengo la cabeza para memorizar
lo que para ti, había relatado.
Venía a decir, lo mucho que te agradezco
que leas, lo especial de mis ológrafos.
Tengo la confianza en mí,
que poco a poco lo iré recuperando.
Hablaba de sueños vividos,
que yo había inmortalizado.
Entre mis pensamientos,
vuelo con mis alas pesadas
cargadas de sentimientos.
Todos los quiero vaciar, en tu bonito cuerpo.
Te decía cosas del desamor,
de la melancolía y el dolor.
No quiero desordenar mi existencia,
desnudando tus ropas de color.
Te decía como quería llegar a tu alma,
dejando expuestos mis sentimientos
en tu bendita mirada perdida.
Esa que me habla sin palabras.
Buen poema para ser analizado.
Donde el autor nos enseña, lo que puede suceder por un olvido involuntario y la confianza en nosotros mismos
Me gustaMe gusta