En una noche clara y con luna llena, te acabo de conocer, en una bonita fiesta. Nos presenta un camarada de los dos y surge la esperanza, de nuestros deseos.
Nada es igual, a como yo lo imaginé, sin esperarlo, superas con crecer el bien, Después de una sosegada meditación, me decido a declararte, todo mi amor.
Qué felicidad siento de verme junto a ti, espero por mucho tiempo, a ti cumplir. Era, a lo que yo aspiraba sin complejos, ni tampoco con el mal del frenesí.
Deseo llamar tu atención y disfrutar contigo, del amor que tanto busqué durante años. Me propongo hacerte feliz y lo malo, olvidarlo.
Eres la diosa para mí, que siempre soñé y yo, seré tu gloria, allá donde estés. Me haces muy feliz y con ganas de vivir, porque no conozco a nadie, que se asemeje a ti.
Nuestro romance, es propio de dos enamorados, que quieren llegar al final y sentir lo que soñamos. No me voy a arrepentir, porque sé hasta dónde llegamos, nuestra distancia es corta y nunca nos separamos.
Es bonito, cuando se inicia una relación de amor y es más bonito, cuando estalla esa nueva ilusión. No hay nada que yo me pueda replantear, que no sea convivir contigo y una vida soñar…