Tengo miedo, tengo miedo a que el sol resplandezca más que tu mirada y que no la encuentre, por la sombra de tu alma.
No quiero caer en una sima y ahogarme sin esperanza. Siento nostalgia de tu cariño, cuando al amanecer, aflora el amor del interior de mi ser.
El tiempo camina inexorablemente, hacia el oscuro destino del más allá. Mi libertad no se compra ni se vende, porque nunca la entregué, para evitar que otros la posean.
No te apegues mucho a las cosas, porque cuando te separes, el dolor de la separación será más grande, que el perjuicio en tu alma.
La estela de mis poemas, como aves migratorias que son, vuelan hacia ninguna parte, con el arrojo vespertino, de haberme robado mi corazón.
En tu camino encontré la verdad y el cariño, porque yo contesto y protesto, cuando no hay amor ni cariño. Es verdad, que desde tu llegada a mi vida, me cautivaste y me cambiaste.