No siento rencor
Qué triste cuando en el albor del día,
veo acabarse la esperanza del regreso,
de esos vientos enredosos de amor,
que en otro momento vinieron.
Nunca pensé que sintiera rencor,
por haber incumplido las promesas,
que en un tiempo cercano me ofreciste
y de tu boca salió la oferta del compromiso.
Siento como una voz interior,
me dice con satisfacción,
que hoy tu espíritu ha regresado,
con la valija llena de promesas de amor.