Quiero ser pintor, para pintar tu cuerpo, con las yemas de mis dedos y plumas de ruiseñor.
Suavizaré los colores, para que impregnen tu figura, como señal de afecto, por ser tú mi musa.
Mi mayor deseo en esta vida, es encontrar un amor sincero, porque las palabras que escribo, son de amor y apego.
Ahora que no soy ajeno, a escapar de la vejez, mi corazón se ablanda y se olvida de mi ser.
Llevo mucho tiempo esperando, que me contestes y digas algo, que te decidas a enseñar el cariño, que yo te estoy demostrando.
Mi esperanza nunca se apaga, alimento la llama de amor sin promesas, en la sombra de tu alma me refugio y erguida te alzas con tu nobleza.
Eres la mujer más bonita, que jamás he conocido. Una corriente de sueños y suspiros, que me arrastra con puros delirios.
No quiero que te invada la tristeza, ni que te ciegue el rencor. Toma mi corazón en tus manos, obsérvalo y cree siempre en mi amor.
Aunque tú digas al mundo, que no sientes dolor, yo sé que sientes amargura y la amargura es contraria al amor.
Calé el ancla en el puerto de tu sufrimiento, buceé a pulmón hasta lo más profundo, conocí tus sanos pensamientos y me convencí de tus buenos sentimientos.
Te amo detrás de esta confesión, que pertenece al tiempo del amor, que se hace eterno silencio, para amarnos… Tú y yo.
La historia que nunca será real
Contemplando el cielo azul, de una tarde primaveral, como juglar me siento en la plaza mayor, para intentar conquistarte, con mis versos de amor. Dejo abierta mi puerta, de par en par, sabiendo que las noches son largas, cuando se viven en soledad. Mi introspección clama, lo que dicen tus sentimientos, esos que quiero para mí, para no sentir angustia en mis pensamientos. Quiero repetir la caricia del viento en mi piel, como salud de mis buenos sentimientos. Contigo mi existencia brilla de otro color, porque sabes sentir, romances de amor. Los amores pasados no están muertos, si fueron verdaderos, son amores que el tiempo resucita, con más fuerza que cuando se fueron. Quiero repetir nuestro último baile de amor y recordar el último beso, con aroma de vos. Entre álamos intensos se ilumina lo que pienso y esclarece mi inspiración, para escribir lo que por ti siento. Tú que tienes el alma plena de amor, que me amas como te amo yo, al verme a veces sientes dolor, cuando no correspondo a tus suspiros de amor. No imagino ya mi vida sin ti, porque he de confesar, que enamorado ahora estoy y que celebro el día que te conocí. Amo cada sonrisa que me dejas sentir, llenas mi alma de embelesos, porque respiro cada latido de tu corazón. Siendo tú dadora de vida y amor. Del Olimpo proviene tu magia, que envuelve todo mi cuerpo, me hace saborear las noches y acariciar tus sueños. Ahorraré los recuerdos, que guardo con gran aprecio y sentiré los tesoros, que la vida me ha envuelto. Soy una historia, que nunca será real, tan irreal, como mis sueños.
Hojas inertes
El vaho no me deja ver tu sonrisa, con la claridad que yo quiero. Eres como las hojas de acanto, en el capitel que sujeta el amor pasado. El remordimiento de mis sueños, hace que los instintos se declaren, como fiel advenedizo en la soledad. El amor no es algo, que se pueda remedar. Yo he sentido la agonía del roble caído, dónde los pájaros, no hacen su nido. Estoy en la búsqueda del amor perdido, a través de la senda florecida de tu cariño. He sufrido una convulsión de amor, porque escuché con atención, las verdades que van contigo y no puedo arrancarlas de mi vida. Te busco como una imagen perdida, con la esperanza tan solo sostenida, por la ternura de mis pensamientos y la satisfacción del amor entregado. No puedo contener el llanto amargo, porque siento que me sangra, por las heridas de tus desprecios. La certidumbre del inmenso hastio que percibo, por no saber distinguir, lo que a través de mis ojos claros distingo. Algo que a mí me deleitaba ver, en los bosques de otoño sin permiso, eran las hojas inertes, desprendidas color marrón, que con mis manos trémulas, del suelo recogía. Estoy enamorado de las plantas, que beso cada día sin perderme el momento. Tengo el temor, de que en cualquier instante, esta primavera me diga adiós. Mi alma que con el viento vaga, sin saber hacia dónde se dirige, encontrará la libertad que tanto quiso, sin remordimiento por su alejamiento.
Verdades sueltas
Tengo que renacer de ese lugar inhóspito, donde se dicen las muchas mentiras sin castigo y las verdades sueltas, van por otro camino. Ahora el péndulo de mi amor, va de acá para allá sin ninguna convicción. Quiero encontrar donde tienes tu sonrisa, si es que no sientes, por nada alegría. La vida son momentos, son delicias al navegar tú en mi memoria con sentimiento. Quiero clavar mis rodillas, en señal de amor, al ser tú mi templo, donde me refugio. Quiero enviarte… Un mensaje de cariño, como algo verdadero y divino. Recuerdo aún tu voz, donde delatabas el afecto entre los dos, en cada momento y sin reservas de amor. Tú me dices que sientes amor sincero y no quiero que sea, de humo y viento y sí… Lo que yo he sentido, ternura y sentimiento. No quiero ser un triste mayor, debajo de mis fracasos de amor. Quiero sentir el amor verdadero como yo creo que merezco. Quiero sentirte en mi regazo con amor y vaciarte todos mis sentimientos. Estoy sintiendo el amor constante de tu corazón y te grito con fuerza, para que no desprecies lo que con amor te doy. Acaríciame con tu mirada penetrante, hasta lo más hondo de mi corazón. Te he amado sin comprender, que tu generosidad se estaba agotando. Tuve un tiempo congelado nuestro amor, pero ahora he vuelto y deseo cuidarlo con esmero.
Ante mi duda, tu razón
No quiero presentarme con mis ojos turbios y mis labios furiosos que me perturban, por mis malos pensamientos. Quiero sentir la pasión de tu cuerpo y hacer juntos el amor con sentimiento. Pedir perdón quiero con humildad, para resarcirte con la virtud de amar. Eres el resultado de los besos, que la primavera da al verano en forma de flor. Tu cándida inocencia conserva el tesoro de tu juventud y me acerca con carnales deseos, a tus dulces labios anacarados con frenesí. Tú vislumbras dormida aquel con quien sueñas, y lo imaginas con tu lascivia desenfrenada y loca. Cuando tu alma el vuelo emprende al infinito de tus sentimientos, siento que me quiere olvidar, porque ya no me ama, si acaso me odia. No quiero estar en fuga permanente, reconstruyendo a solas lo amargo y lo distante, como el eco en la arena del desierto. Oigo el rumor apagado de tus pasos. Me dicen que se aproxima una esbelta sombra dulce y un cuerpo divino en forma de cielo. Mis palpitaciónes me hablan, solamente deseo el hallazgo imprevisto, de un destino que asumo ilusionado. Tú te has olvidado ya, de lo profundo de tus besos, pasando del silencio a un hondo vacío, con el mudo fervor de quien amó y olvidó. ¿Qué puedo hacer, para recuperar tu amor?. Añoro cuando temblando nuestros labios, entre ambos hablaban, un mudo lenguaje sin voz ni palabras. En esas horas de dicha, tembloroso el espíritu habla y no quiero verte temblando… Temblando callada. Amorosos recuerdos, tristezas lejanas, a tu pecho vino, un suspiro del alma. En tus ojos no apareció una lágrima, ni un mal recuerdo en tu mirada, pensativa y pálida sí estabas. Siento, que en mi espíritu doliente, la ternura romántica se escapa. Mujer especial, tus ideales al cielo nos conducen, sabiendo, que en lo ignoto bullen… Yo amé constante, a los que no me amaron y les di verdad, cuando mintieron. Siempre busqué a los que nunca me hallaron y mi voz llamó, a los que jamás me oyeron…
Del silencio a la verdad
No quiero que mi boca quede sin aliento, cuando te voy a decir, te quiero. Yo que tu sombra soy, por donde vas te sigo, para ver si algún día te reencuentro. Quiero que nuestras almas, en el mismo crisol se purifiquen y salga el sí, que tú me prometiste. A veces la victoria es cobarde. Siento que mi recuerdo, es más fuerte que tu olvido y más débil que un suspiro. Sufro momentos tristes, que nunca se van. Quiero llenar tu alma, de sueños e ilusiones. Quiero que se aplaquen, tus mal sonantes voces y se acallen. Brotan a raudales mis sentimientos, sin poderlos controlar por mi descontento. Me invade la melancolía ciega, buscando la piedad desde el crepúsculo hasta el alba. Siento el deambular de aquí para allá, en tu búsqueda querida amiga. Como no te encuentro, te escribo un poema sin espadas ni espinas. Manos sabias, que buscan tus íntimas caricias, para remover al unísono, tus buenos sentimientos. Tengo un presentimiento, que mi corazón no obedece, ni al sol ni al firmamento. El agua me arrulla con crueldad, al no saber nadar contra corriente y no hacer ruido en los remansos del amor. Algún día, tendré la ocasión de amar a quien yo quiero. Quiero tejer un manto, con los finos hilos de mis sentimientos. Dejar atrás la miseria y encontrar el agradecimiento. Veo turbios los horizontes del mañana, porque vuelan por el azul de mis pensamientos, sin más descanso que el olvido. No quiero sentir la fría luz del pensamiento. Cuando viene la muerte, fallecen los bienes y males, los honrados y pillos los grandes, medianos y chiquillos. No quiero estar muerto, para el amor y la aventura, porque está en tu corazón mi sepultura. Me veo en un vergel de flores en silencio. ¡Cuánto tiempo lleva callada mi alma, por culpa de un desafío perdido!. Tengo el perdón del tiempo, envuelto en el celofán de la vida. Creo ver espectros a mi alrededor, sin yo haberles llamado. ¿Estaré en otro lugar desamparado, que en esta vida merecí?…
Estimados lectores: Un año más, quiero felicitaros la Navidad y desear para vosotros, salud y prosperidad en el nuevo año 2018.
Después de Reyes, volveré a estar con vosotros como siempre.
Mi ausencia estos meses pasados, se ha debido a mí otra afición, la pintura. He estado trabajando en unos lienzos, que espero ilustren algunos de los poemas, del nuevo libro que estoy preparando. Saludos cordiales para todos y gracias por seguir leyendo mi blog.
Carlos Del Río Ruiz.
Carta de amor
Adorable mujer, a ti te escribo y así comienzo… Hoy necesito expresarte todo lo que estoy sintiendo. Con estas líneas, deseo abrirte mi corazón y compartir contigo mis sentimientos. Un día cualquiera, sin esperarlo, te conocí y de ti, se prendó mi corazón y mi razón. Tienes unos sentimientos, que fluyen de tu aura, e imantan hasta nuestros cuerpos. No pensé que podría volver a enamorarme, como un joven primerizo. Que podría quererte, como nunca había querido. Que desease tanto, estar siempre contigo, que cerrando mis ojos siempre aparecieses, aún no estando dormido. Tienes tantas virtudes, que con tu solo pensamiento, me haces volar al infinito. Cuando se alcanza el grado de sexagenario y sientes el corazón palpitar en tus adentros, se recibe un halo de juventud, para un mayor deseo. Hoy me siento acogido, en tu corazón y en tu seno. Quiero amarte, hasta caer desfallecido, solamente quiero, morir de amor contigo. Quiero que en nuestra vejez, los días, se hagan largos y eternos de continuo. Que cuando nuestras piernas nos lleven con dificultad, nuestros corazones, aguanten con el mejor ritmo. Siempre pensé, que sí un día sentía fuego en mi corazón , sería muy diferente a lo ya vivido. Amor, la crueldad de la distancia y el aguardo en soledad, me entristece por el amor que siento, se pudiera desgastar. Hago lo imposible por tenerte siempre en mi mente y junto a mi alma. En tu persona he encontrado la cara buena de la moneda. He tenido varios reversos que me dolieron de veras. Hoy con tu cariño y nuestro amor, le hemos dado la vuelta. Ahora eres mi inspiración, en mis noches en vela, tengo mis pensamientos llenos de bondad y sin cautela. Descúbreme lo que siente ahora tu corazón. Aún cuando no te correspondo, tú siempre me lo demuestras con amor. Qué feliz me haces, cuando se acerca el Adviento y en nuestros corazones, las campanas del amor resuenan. Tengo el presentimiento de que me ha llegado la hora. Mi amor, quiera Dios que en nuestro último día, podamos cruzar de la mano , uno junto al otro , el umbral hacia la eternidad….
Después de un tiempo
Después de un tiempo, las suturas en mi corazón, cicatrizaron sin ningún dolor. Hoy es el día, que lo siento curado.
Pensé que todo lo iba a perder, cuando caí herido por primera vez. Recuperado en mis sentimientos, deseo caminar, hasta mi nuevo querer.
Mi alma me sigue sin descanso, porque es mi alma de custodia. Ella me guía por lugares sagrados, que no tienen peligro ni pecado.
Encontré la persona, que quiero amar. Esa divinidad que en forma de mujer, siente y padece los rigores de aquí y de allá. La felicidad presente, no la puedo despreciar.
Un día pensé, que ya no iba al amor encontrar, pero el destino ha hecho, que ya lo pueda disfrutar.
Nos entendemos en todas las situaciones, nos comunicamos con solo mirarnos. Nuestro amor es tan profundo y bello… ¡Que viviremos siempre enamorados!.
Encontré su alma y también su corazón, los dos ingredientes para un buen amor. Siempre soñé, que algún día me premiaría Dios. Lo busqué toda la vida y ese momento llegó.
Queridos lectores: Ha llegado el momento de tener vacaciones de verano y tomar un descanso del 15 de julio, hasta el 30 de agosto. No me voy a olvidar de vosotros y colgaré algunos poemas que me pueda inspirar, en los lugares que voy a visitar. Espero y deseo, que el uno de septiembre nos volvamos a comunicar.